Menos Prisa, Más Sentido: Vivir a Nuestro Propio Ritmo
- Agus
- 10 nov 2024
- 5 Min. de lectura
mi historia
Hace un tiempo pensé que Creando Amor tenía los días contados, creí que ya no había más nada que hacer y, con tristeza, me resigné ante la idea de tener que abandonar mi proyecto. El autosabotaje me llevó al punto de no creer posible que mi proyecto, con el que llevo trabajando 5 años, pudiera salir adelante.
Mi autoexigencia me paralizó, y el miedo a no ser suficientemente buena en lo que hago me llevó a alejarme de lo que amo y me hace bien… Qué ironía, ¿no? Hoy sé que el tiempo es sabio, y las experiencias también. Aprendí muchas cosas en este proceso, entre ellas que a veces podemos necesitar ir más lento, y está bien.
Es ahora cuando empiezo a cuestionarme qué perspectiva estaba decidiendo tomar, ya que muchas veces lo que sentimos como un fracaso, en realidad es solo una parte de un proceso más grande que no vemos en el momento.
Creando Amor siempre fue una invitación a compartir mi pasión por el autocuidado, el amor propio y el crecimiento personal, pero me di cuenta de que, al enfocarme solo en los resultados, había perdido la esencia de lo que realmente me motivó a empezar. Estaba siendo incongruente con mi propia misión, ya que no me estaba permitiendo vivir con consciencia y disfrute.
Entonces, después de reflexionar profundamente, tomé una decisión… Decidí ir más lento y tomarme el tiempo que sea necesario hasta volver a conectar con eso que en un principio me hizo emprender este camino. Y recordé. Recordé que este proyecto surge de la idea de divertirme mientras aporto mi granito de arena para lo que yo creo que es un mundo mejor, un mundo más consciente, más auténtico, más feliz.
Me cuestioné si había hecho lo correcto, ya que en este camino como emprendedora aprendí que la constancia es clave y que hay que estar presente para que algo funcione. Y es totalmente cierto. Pero también es cierto que, cuando algo es para vos y tiene que formar parte de tu vida, tarde o temprano así va a ser. Al final comprendí que, aunque a veces no podamos verlo, bajar el ritmo y permitirte vivir lo que sentís es parte de este proceso.
cuestión de perspectiva

Así como yo me encontré cuestionando mi camino, también podemos pensar en las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida. ¿Cuántas veces sentimos que lo que hicimos fue un fracaso, solo para descubrir después que no era así? Todo depende de la perspectiva…
“Todo es cuestión de perspectiva”. Seguro que ya lo escuchaste antes, ¿pero qué significa? Significa que la realidad no es una sola y absoluta, sino que nuestras experiencias, creencias, emociones y conocimientos influyen en cómo interpretamos los hechos y eventos. Es como ver un objeto desde diferentes ángulos: puede parecer más grande o más pequeño, más claro u oscuro, dependiendo de nuestra posición. Un mismo hecho puede ser interpretado de muchas maneras, y ninguna es necesariamente "la correcta".
Cambiar nuestra forma de pensar acerca de los hechos, es decir, nuestra perspectiva, nos va a permitir apreciar mucho más todo aquello que nos deja la experiencia y de lo cual podemos nutrirnos un montón.
el camino a tomar

Centrémonos en nosotras, en nuestra propia decisión personal y en lo que realmente sentimos que queremos. Sin juzgarnos, sin miedo a lo que puede llegar a pasar, y con la mente muy abierta y receptiva a toda la experiencia que la vida tiene para aportar, ya que así es como llegan las oportunidades de aprendizaje y autodescubrimiento.
Escuchar nuestras emociones y necesidades no siempre es fácil, especialmente cuando el miedo nos dice que debemos seguir adelante sin parar. Pero a veces, solo cuando nos detenemos, escuchamos lo que realmente necesitamos.
¿Cuántas veces cometiste un error y con ello vino un gran aprendizaje? Estoy segura que se te vienen a la mente varios momentos, todos los tenemos, y eso es lo rico de vivir: equivocarnos y aprender de paso. Nadie nace sabiendo, somos humanos que vamos construyendo nuestro camino paso a paso, así mismo vamos madurando, formando nuestra personalidad y nuestro propio camino.
Cuando tomé la decisión de ir más lento para centrarme en mi bienestar no sabía si eso sería "lo correcto", pero lo hice. Y, con el tiempo, entendí que esa pausa fue necesaria para reconectar conmigo misma y con lo que quiero transmitir.
Así que, si alguna vez te sentís perdida o dudando de tu camino, recordá: lo único que realmente importa es que sigas tu propio ritmo. La vida no se trata de avanzar sin frenos, sino de entender que todo forma parte del viaje. No hay un único camino correcto, solo el que resuena con tu verdad. Y esa es la magia de ser humano.
ejercicio práctico

Reflexionar y escribir siempre me ayuda a entender mejor lo que estoy sintiendo. A veces, nuestras emociones pueden ser confusas, pero cuando nos damos el tiempo de hacer una pausa y mirar adentro, todo empieza a ser más claro. Hoy quiero compartir contigo algunas preguntas que me sirven cuando atravieso momentos de duda o incertidumbre.
Tómate un momento para estar en un lugar tranquilo, sin distracciones, y con una mente abierta. Respira profundo y deja que las respuestas lleguen de manera sincera. Podés escribir todo lo que surja sin juzgarte.
¿Qué estoy sintiendo realmente en este momento? ¿Es miedo, tristeza, frustración, ansiedad, o algo más?
¿Por qué creo que estoy sintiendo esto? ¿Qué situaciones, pensamientos o creencias están alimentando esta emoción? ¿Hay algo en mi entorno o dentro de mi que está generando esta sensación?
¿Qué necesito en este momento para sentirme mejor? A veces no necesitamos una solución muy grande o compleja, sino que lo que necesitamos es algo sencillo como un respiro, hablar con alguien, o darnos permiso para tomar un descanso.
¿Qué puedo aprender de esta situación? ¿Qué está intentando enseñarme esta experiencia?
¿Qué paso pequeño y concreto puedo dar hoy para sentirme más en paz? Un pequeño paso puede marcar una gran diferencia. Puede ser algo tan simple como desconectar de las redes sociales, escribir en tu diario, o darte un rato para ti.
Recordatorio: Este ejercicio no se trata de encontrar respuestas perfectas o inmediatas, sino de escucharte a ti misma y darte el espacio para procesar lo que sientes sin juicio. Cada vez que te tomes un momento para reflexionar de esta manera, estarás cultivando la conciencia y el autocuidado que tanto mereces.
Espero que este ejercicio te haya brindado la claridad y el espacio que necesitas para comprender lo que estás sintiendo. Recordá que la reflexión y el autocuidado son procesos que podemos practicar siempre que lo necesitemos. No dudes en volver a este ejercicio cada vez que sientas que es hora de tomar una pausa y reconectar contigo misma.
El camino no siempre es recto, pero cada paso, por pequeño que sea, te acerca a lo que realmente necesitas ser. Confía en tu ritmo, porque la vida se trata de disfrutar el viaje, no de apresurarse hacia la meta.
Si te resonó esta entrada y te gustaría compartir tu experiencia o simplemente darme tu opinión, me encantaría leerte en los comentarios. Si crees que alguien más podría necesitar este mensaje, no dudes en compartirlo. ❤
Con amor, Agus.
Comments