Antes de comenzar a buscar nuestros productos de skincare, debemos tener en cuenta cual es nuestro tipo de piel, no solo para elegir los cosméticos más adecuados, sino que también para entender los cuidados que necesitamos brindarle. Nuestro tipo de piel no se puede cambiar, pero si podemos cuidarla y mejorarla para mantenerla equilibrada y saludable.
FACTORES
El aspecto de la piel depende de muchos factores naturales como lo son los hormonales y la genética. También influyen los hábitos alimenticios, el equilibrio emocional, la exposición al sol, el tabaco, el alcohol y hasta la postura de nuestro cuerpo. Debemos tener en cuenta que enfermedades internas y conflictos psíquicos también se ven reflejados en ella.
CUIDADOS
Tanto mujeres como hombres queremos lucir un buen aspecto en nuestra piel y por este motivo es fundamental cuidarla con tratamientos acorde a nuestra situación, llevar una vida sana y una buena alimentación.
Estos cuidados no solo ayudan a que los otros nos vean mejor, también nosotras/os mismas/os nos sentimos mejor interiormente y esto se refleja en nuestra piel.
Es a partir de los 30 que comienzan las modificaciones en la piel por el paso del tiempo, se recomienda empezar de forma preventiva sus cuidados los cuales se van adaptando a nuestra edad a medida que pasen los años.
TIPOS DE PIEL
Existen diferentes criterios para clasificar la piel:
Según la epidermis: piel gruesa o delgada.
Según la dermis: piel tónica o piel flácida.
Según las secreciones: esta clasificación depende de varios factores y es en la que nos vamos a centrar. Factores: constitucionales, localización corporal, edad, sexo, ambientales...
Podemos identificarla observando con atención a las características que poseemos, ej: textura, color, brillo, visibilidad de poros, comedones (puntos negros o espinillas), alteraciones de la piel…
En este post vas a aprender de manera rápida y sencilla sobre los diferentes tipos de piel que podemos encontrar y como identificarlos.
PIEL NORMAL
La piel normal seria aquella que se encuentra en pleno equilibrio y no presenta alteraciones. Es la predominante en los niños antes de la adolescencia. Podemos encontrarla en la adultez, pero no es la que mas abunda ya que nuestro organismo cambia de manera permanente, lo que nos dificulta mantener este tipo de piel durante toda la vida. A pesar de que se encuentre en excelente estado, no debe faltarle ningún cuidado, ya que con el paso del tiempo puede evolucionar a una piel seca.
Podemos identificarla con las siguientes características:
Color uniforme.
Textura suave, lisa, aterciopelada.
Bien hidratada con brillo mate.
Fina y elástica.
Flexible, no posee arrugas.
Los poros son pequeños.
No presenta imperfecciones como manchas, poros abiertos, comedones.
No se ve muy grasienta ni reseca.
Resiste a los cambios de temperatura sin sufrir alteraciones.
PIEL MIXTA
Hay situaciones en que la piel es en algunas zonas más grasa y en otras un poco más seca. Es el tipo de piel facial más común.
Podemos identificarla con las siguientes características:
Zona T más grasa (frente nariz y mentón) que el resto de la cara.
Encontramos comedones (puntos negros o espinillas) y predominan los poros dilatados en el rostro.
Zonas laterales del rostro piel más bien seca/normal.
PIEL GRASA
Esta piel presenta una mayor actividad de las glándulas sebáceas. Puede presentarse por determinados fármacos, mal uso de cosméticos o cambios hormonales. En muchas ocasiones puede aparecer acné leve, una cantidad importante de comedones en la cara y con frecuencia en el cuello, los hombros, la espalda y el pecho. En casos moderados y severos, aparecen pápulas (elevaciones enrojecidas sin contenido) y pústulas (elevaciones con pus en el centro) y la piel se pone roja e inflamada. En estos casos, el cabello también puede verse afectado.
Podemos identificarla con las siguientes características:
Aspecto graso y brilloso en todo el rostro.
Presenta comedones.
Poros dilatados que se ven a simple vista.
Piel gruesa e irregular.
Muy resistente a los cambios ambientales.
No se arruga con facilidad gracias a ser tan resistente y poseer gran cantidad de lípidos.
PIEL SECA
Este tipo de piel se debe como consecuencia de una disminución de agua en la epidermis. Esta hidratación depende de muchos factores, tanto internos como externos, y la falta de esta, dificulta la función de barrera protectora del manto epidérmico. El estrés, la actividad física y el calor pueden potenciar este proceso. Afecta principalmente a mujeres.
Podemos identificarla con las siguientes características:
Aspecto áspero y deshidratado.
Tez apagada u opaca.
Se enrojece fácilmente, es muy sensible a las variaciones ambientales.
Tirantez con mucha frecuencia.
Pequeños rasgos de envejecimiento prematuro como líneas de expresión.
Falta de flexibilidad y lubricación.
Poros muy pocos perceptibles.
Estos son los cuatro tipos de piel que podemos encontrar según sus secreciones, teniendo en cuenta esto, debemos optar por productos que nos ayuden a tratar y cuidarla, mejorando el aspecto reseco o de lo contrario ayudando a controlar las secreciones en exceso.
También hay que tener en cuenta que hay afecciones que alteran la piel como lo son el acné, la dermatitis, rosácea, deshidratación... Este es un punto que más adelante abarcaremos.
Para cuestionarnos: ¿Soy consciente de cuál es mi tipo de piel? ¿Me baso en ella para darle los cuidados que necesita? ¿Se como cuidarla de la mejor manera?
Espero que les haya servido de ayuda para orientarse un poquito más. Si te gustaría algún tipo de info acerca de tu tipo de piel, cuidados y tips dejalo saber en los comentarios para subir contenido del tema, estaré leyéndote. :)
Agus
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